CASUALIDADES DE LA VIDA

  "La casualidad no existe, es el destino". Alguien que conocí una vez hace muchos años, me dijo esta frase. No se porqué pero siempre he pensado si estaba en lo cierto o no. La verdad es que no he llegado a ninguna conclusión y tampoco me importa mucho, pero siempre he recordado la frase. Todos hemos dicho alguna vez !que casualidad! refiriendonos a alguna coincidencia que nos ha ocurrido en la vida. Pues bien, a lo largo de la historia, han sido muchas las "casualidades", coincidencias o serendipias o como queraís llamarlo que han sucedido. Voy a nombrar unas cuantas que he encontrado por la red:
 * En 1898, fue escrita la novela Titán, cuyo autor relataba en la misma el primer viaje de un gran transatlántico llamado precisamente Titán y considerado insumergible. El barco en cuestión, se hundió un mes de abril al chocar con un iceberg. ¿Os recuerda a algo? Exacto. Catorce años después, el mundialmente conocido Titanic chocaba con un iceberg en el Atlántico en circunstancias muy similares al Titan de la novela de Robertson. El Titanic no sólo coincidía con el ficticio Titán en el iceberg, sino que contaba con numerosas coincidencias entre la realidad y las escritas en la novela.
* Otra famosa coincidencia, o casualidad fue la del náufrago Hugh Williams. El 15 de Diciembre de 1664, un barco se hundía en el estrecho de Menay en Gales. Murieron 82 pasajeros y sólamente hubo un superviviente: un hombre llamado Hugh Williams.  121 años más tarde, en Diciembre de 1785, otro barco se hundió muriendo 60 personas. De nuevo sólamente hubo un único superviviente. Su nombre: Hugh Williams.
En 1860, de nuevo otro naufragio provocó la muerte de 25 pasajeros. Nuevamente una persona logró salvar su vida. ¿ adivinaís su nombre? Efectivamente, Hugh Williams. En tres momentos de la historia, con años de diferencia, ocurruieron hechos parecidos con idéntico resultado. ¿un viajero en el tiempo?. Por si acaso, si alguna vez cojo un barco me aseguraré que no viaje ningún pasajero con ese nombre.
*El mítico actor James Dean, sobre el cual recae una maldición (o al menos eso dicen algunos) murió como todos sabemos en un accidente de automovil en 1955.  Los restos de su coche fueron transportados a un garaje pero el motor se cayó sobre uno de los mecánicos, fracturándole ambas piernas. Más tarde, otra persona compró el motor para colocarlo en un coche. Murió poco después. El ocupante de otro coche en el que se había instalado la palanca de cambios, murió también. Finalmente reconstruyeron el coche de James Dean original y el garaje donde se encontraba se incendió. En una exposición, cayó de la tarima en la que se encontraba rompiendole la cadera a un joven. Siedo transportado por un camión, se estrelló contra una fachada. En 1959 se partió en 11 pedazos.
* El rey Humberto I de Italia conoció en cierta ocasión al propietario de un restaurante con el que le unía cierta similitud: Habían nacido el mismo día y en la misma ciudad. Se dice que eran muy parecidos físicamente. Se casaron con mujeres del mismo nombre y el mismo día. El dueño del restaurante abrió su negocio, el mismo día que Humberto fue coronado rey. En el mismo instante que le comunicaban al rey el fallecimiento de su doble por asesinato a balazos, otro asesino le disparó a mismísimo rey causandole la muerte. Vidas paralelas.
* Wagner, el compositor, nació en el año 1813.  13 fueron las óperas que escribió y 13 el número de letras de su nombre. Su año de nacimiento termina en 13 y suma 13. Fueron también 13 años los que estuvo desterrado. Su obra Tannhauser fue finalizada un 13 de abril y dejó de ser tocada un 13 de marzo y repuesta un 13 de mayo. El teatro del que fue director de orquesta, fue inaugurado un 13 de Septiembre y la casa donde se celebraban sus festivales fue abierta un 13 de agosto. El último día que pasó en ella fue un 13 de septiembre. 13 años después de la unificación de Alemania, Wagner murió, como no, un 13 de febrero.
  Así, son muchísimas las coincidencias o casualidades de la vida. Estas son algunas famosas, pero seguro que todos tenemos alguna que contar.
  No se si es casualidad o destino. Si es azar o es causa de algún acto. De cualquier modo ahí están.
Como dijo Voltaire, "lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido".