TRES LABERINTOS EN EL PARQUE DE PLA-ZA

  El parque lineal de Pla-Za, es un parque construido hace unos pocos años en la ciudad de Zaragoza. Según he leído, es la zona verde más grande con la que cuenta la ciudad. En el se distinguen varias zonas y construcciones como es el caso de la Plaza de las 5 Culturas, la Atalaya y  tres significativos laberintos, que son a los que hoy voy a dedicar este post.
  La mayoría de las construcciones de éste parque, llaman poderosamente la atención por el alto contenido simbólico que tienen. No solo podemos ver los laberintos, sino también un gran obelisco, símbolo masónico, relacionado estrechamente con Egipto.

  En cuanto a los laberintos, empezaré por el primero y quizá el más importante de los tres: El Laberinto Solar. Orientado al Este, es un laberinto tridimensional, construído basándose en el tipo de los de la Edad Media. Su planta circular tiene un diámetro de 94 metros.  Cuenta con una única entrada por la que accedemos a un camino en forma de espiral que nos conduce al centro del laberinto. Este recorrido es superior a 1 Km.  En su centro, nos topamos con un gran obelisco de alabastro con luces interiores que se iluminan por la noche con una secuencia de 6 colores que cambian cada hora.
  El obelisco ha sido a través de los tiempos un símbolo de masculinidad, de poder y sobre todo un símbolo de Sol, del culto al dios egipcio Ra.
  El recorrido del laberinto está delimitado por un seto de un arbusto aromático, el eleagnus, que mide entre 1.65 y 1.85 metros de altura.

  El segundo laberinto, el Laberinto Bidimensional, está inspirado esta vez, en el mito del laberinto de Teseo. Orientado al Suroeste, solo cuenta con dos dimensiones, longitud y anchura. Como el anterior, tiene planta circular y su contorno está flanqueado por cesped. El laberinto está hecho con losas de cerámica de color negruzco hechas a mano.  En éste caso, cuenta con cuatro entradas, orientadas hacia los puntos cardinales y flanqueadas por cuatro bancos-escultura de 4.5 metros de altura.

  El tercero de los tres laberintos, es el Laberinto Barroco. De forma rectangular y delimitado por un seto de laurel, nos encontramos de nuevo ante un laberinto tridimensional con cuatro recorridos interiores. Como el anterior, tiene cuatro entradas orientadas a los puntos cardinales, pero sólamente una llega al centro. Inspirado en la corte de Versalles de Luis XIV, en su centro alberga un estanque rectangular con losas de piedra negra.
  La clara simbología masónica de éste parque, me llamó poderosamente la atención la primera vez que lo visité.  Me pareció curioso, que cuente con tres laberintos, símbolo del poder, de la fuerza e incluso de la muerte, ya que simboliza el camino hacia la vida eterna, como el caso de los de las pirámides de Egipto.
  Los laberintos han tenido varios usos y significados a lo largo de los tiempos. Han servido, para esconder a alguien, como el caso de Rosamunda, la amante de Enrique, marido de Leonor de Aquitania.  Guardan también clara similitud con el tablero del juego de la oca.  Durante la Edad Media, simbolizaban el largo y tortuoso camino hacia Dios, con una sóla entrada y Dios en el centro.  En el Renacimiento sirvieron de lugar de intimidad para los enamorados.  También, como he dicho antes, han estado relacionados con la masonería, simbolizando en éste caso, los ritos de iniciación.
  Sin lugar a dudas, un lugar diferente, que esconde, si lo miras bien, muchos secretos.

* Fotografías: web del Ayuntamiento de Zaragoza