EL MANUSCRITO DE VOYNICH

 El manuscrito de Voynich fue escrito entre los siglos XV y XVI. Es el libro más misteriosos de la historia de la Humanidad por ser el único manuscrito medieval no descifrado. Sus folios son de pergamino y están llenos de dibujos de plantas y constelaciones así como de mujeres desnudas y de códigos incomprensibles que nunca han llegado a ser descifrados. Los vegetales a los que hace referencia no existen en la naturaleza, al igual que los diagramas astronómicos son también desconocidos.
  Como ya he dicho antes, fue escrito en la época medieval y fue visto por última vez en 1666. Después de ésta fecha desapareció, para ser redescubierto de nuevo en 1912 por el libreo lituano de origen polaco Wilfred Voynich, del que ha tomado su nombre.  Voynich, lo descubrió en el monasterio jesuita de Villa Mondragone en Frascati, cerca de Roma.  Las extrañas ilustraciones y raros caracteres del volúmen no pudieron ser identificadas por el librero.  Cuenta con 250 páginas de texto incomprensible y grandes dibujos de plantas y diagramas astronómicos y zodiacos, y mujeres desnudas.
  A lo misterioso de su "imposible" traducción, hay que añadir que el manuscrito estuvo desaparecido durante 246 años. Se tiene cosntancia de éstas fechas, debido a una carta que se encontró junto con el manuscrito, la carta Marci, en la que su autor, rector de la Universidad de Praga, solicita a un científico alemán que descifre el manuscrito.
  Marci, asegura en esa carta, que el manuscrito proviene de la biblioteca personal del Sacro Emperador Romano en Praga, Rodolfo II, el cual lo adquirió por una fuerte suma, unos 600 ducados, aproximadamente unos 40.000 euros actuales.
  Todos los intereses por traducir el manuscrito han fracasado hasta la actualidad, desde los criptógrafos que descubrieron los códigos de la Armada Imperial Japonesa en la II Guerra Mundial, hasta médicos, abogados, filólogos y lingüistas.  Actualmente un psicólogo inglés está haciendo interesantes progresos.
  Tampoco se sabe a ciencia cierta quien fue el autor del manuscrito, aunque muchas hipótesis se barajaban en torno a Roger Bacon, monje franciscano y alquimista, del que se dijo que había inventado el código del manuscrito para camuflar sus investigaciones en torno a la piedra filisofal y el elixir de la vida, pero la prueba del carbono 14 fechó el manuscrito 100 años después de su muerte.
  El profesor Wiliam Romaine Newbold, estudió y examinó el manuscrito con una lupa, descubriendo un texto secundario microscópico dentro de las letras.
  Gordon Rugg, informático del Reino Unido, cree estar muy cerca de dar una explicación de como fue creado el texto con la técnica de la cuadrícula de las 40 filas y 39 columnas.
  Muchos han pensado que es un fraude pero esta teoría también se ha desmontado dada la compleja estructura de las palabras que aparecen en el libro. Mantenerla con regularidad, sería un fraude demasiado laborioso.
  Sea como fuere, a día de hoy, sigue siendo el único manuscrito medieval que queda por descifrar y que nadie a lo largo de los siglos ha sabido como hacerlo.