Lo que en aquella época llamaban "brujas", posiblemente hoy llamaríamos "curanderas". Estas mujeres, conocían el secreto de las hierbas, sus propiedades y sus remedios. A veces para bien, o a veces para mal. Los conocían y los utilizaban a su antojo, de manera que había veces que se salvaban vidas y otras se quitaban. Si trasladamos todo ésto a una sociedad como la de entonces, por supuesto, estas mujeres estaban mal vistas, condenándolas a castigos como la hoguera.
Guirandana de Lay, fue acusada en 1461 de hechicera, envenenadora y condenada a la hoguera. Capturada y trasladada a Jaca para procesarla, Guirandana fue acusada de varios delitos, de los cuales tenemos constancia, como antes he dicho, por escrito, como por ejemplo, dar pan mezclado con hierbas venenosas a una niña, provocándole la muerte. O incluso a gente conocida de Villanúa, como cuando a Sancha, hija de Sancho Latorre, le dio hierbas mortíferas o a una tal Betrana, a la que le pasó unos polvos por la boca y la hizo agonizar antes de morir.
Se le acusó de infinidad de cargos, casi todos ellos relacionados con las hierbas que suministraba a las gentes del pueblo. Todos ellos documentados con nombres y apellidos de gente del pueblo.
Trataba las hierbas, haciendo pociones, y se las daba a la gente. Pero la gente la llamaba, la reclamaba cuando alguien caía enfermo, y a la pobre Guirandana se le morían todos. Dándole un voto de confianza, quizá no lo hacía a posta, porque a alguien salvaría, digo yo. Pero lo cierto es que fue también acusada de jactarse de sus acciones.
En su juicio, acabó delatando al resto de brujas de la zona, incluída su madre, Vicenta, acusada por complicidad.
Hubo muchas "Guirandanas", pero quizá ésta me ha llamado la atención especialmente por la documentación que hay sobre ella.
Un personaje curioso, lo mires por donde lo mires.
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Interesante y aunque suene a galleguismo "Haberlas haylas". un abrazo y que tengas un buen día.
ResponderEliminarEn una época en que la iglesia lo dominaba todo, no podía permitir que nadie hiciera nada que no estuviera a su alcance y ese tipo de personas, que como tu dices no eran más que curanderas, que utilizaban su sabiduria popular para sanar, aunque a veces no lo consigueran eran muy normales en las aldeas de los montes, recuerdo a mi abuela y sus ungentos y potingues, tal vez si hubera nacido en esa epoca hubiera sido acusada de brujeria, y quien se resitia a confesar con los tormentos que padecian los pobres. Buenisima entrada. Un saludo.
ResponderEliminarEso es Loli, haberlas haylas, o al menos siempre se ha dicho eso.
ResponderEliminarCarlos, yo siempre he pensado eso: cuantas personas de otras épocas, hubiesen sido acusadas de brujeria, si hubiesen nacido en aquella época. Todas las abuelas tenían remedios caseros, hasta yo misma los tengo, y t aseguro q funcionan. Las brujas no eran malas ni hacian el mal, solo manipulaban cosas y hierbas que solo ellas conocian, al menos la mayoria.
Saludos amigos