LAS BRUJAS DE TELLA. RUTA DE LAS ERMITAS

  Tella es un pequeño pueblo en el Pirineo Aragonés situado a 1384 metros de altitud a las faldas de Monte Perdido. Existen indicios de que ya estuvo habitado en la prehistoria. Se dice de Tella que es el pueblo más mágico del Sobrarbe.  Al igual que el famoso Turbón, Tella ha sido durante muchos años, lugar de reunión de brujas. Es por ésto que sus tres ermitas se consagraron precisamente para formar un anillo protector contra las brujas.  Esta ruta de fácil acceso comienza precisamente en la Iglesia Parroquial, dentro del casco urbano de Tella. Desde allí, siguiendo una senda, llegaremos a la ermita de San Juan y San Pablo (San Juanipablo, que llaman por allí). Esta primera ermita, se encuentra situada en un bonito enclave, bajo el llamado Punton de las Brujas y es una de las más antiguas del románico en aragón. En Barbastro se conserva su acta de consagración del año 1018. Bajo la ermita, existe una cripta.  La siguiente ermita con la que nos encontramos es la de Fajanillas, también como la anterior de pequeño tamaño y aspecto austero, pero con una vistas impresionantes. La tercera ermita es la de la Virgen de la Peña.
  Las tres ermitas, se construyeron en diferentes momentos cronológicos y junto con el Dolmen megalítico que se encuentra a 1 Km más o menos de Tella, constituyen lugares de obligada visita. El Dolmen, también conocido como Piedra del Vasar o Losa de Lacampa, consta de dos piedras verticales y una horizontal y es de pequeño tamaño.
  En Tella, también podemos visitar la cueva donde se encontraron restos humanos y materiales correspondientes a la Edad de Bronce además de los restos de un oso cavernario. Por ello es que hoy en día existe un museo dedicado precisamente al Oso Cavernario.
  Las casas de Tella son las típicas del Pirineo aragonés, con sus chimeneas troncocónicas, con sus espantabrujas, etc.
  Toda la zona del Sobrarbe ha tenido siempre una amplia tradición brujeril, asi pues, son famosos los aquelarres que se celebraban en el Cabezo de las Brujas, en Aínsa, los del Castillo de Boltaña, Cotiellas, o las Vilas del Turbón, dónde se dice que las brujas acudían en Nochebuena y bailaban con el diablo. El Punton de las Bruja, es un pico con energía telúrica ancestral.
  Desde siempre se ha relacionado las tormentas con la brujería, y así, para protegerse de las brujas y sus males de ojo y maleficios, es muy común (aún todavía se ven, por tradición) colocar diversos elementos en las puertas de estos pueblos, como por ejemplo ramas de olivera (olivo) bendecidas en el Domingo de Ramos, para proteger de las tormentas tanto en las casas como en los cultivos.
  En las casas se colocaban metidas entre el llamador. Además de las ramas de olivera, también se colocaba ramas de Abeto o Espigas de Cebada sobre todo en las noches de San Juan.
  Pero quizás el amuleto más famoso contra las brujas eran las Carlinas, o cardos mágicos, autóctonos del Pirineo. Además de servir para predecir el tiempo (sus sépalos se cierran aún secos cuando la humedad aumenta), eran un fuerte antídoto contra las brujas, ya que se dice que éstas pasaban horas arrancando los pelillos que ésta planta tiene, hasta el alba, evitando así entrar en las casas. Por esto se colocaban en las puertas y ventanas de las viviendas.
  Exite un antiguo refrán en Tella que dice así: " Tella, Dios nos guarde de ella". Al cual, las brujas respondían: " Ojala tengas tan lejos los huesos de la carne como estás de ella".
  Un bonito lugar para perderse y pasear, escuchando el sonido del viento. Dicen que a veces todavia se pueden escuchar las voces de  las brujas en el viento.