EL NÚMERO PI

  Aprovechando que ayer 14 de marzo, se celebraba el día mundial del número Pi, se me ocurre escribir sobre las curiosidades de éste mágico número que esconde mucho más de lo que nos enseñaron en el colegio.
  En primer lugar, podemos definir a Pi como la relación entre la longitud de la circunferencia y su diámetro.
  Los egipcios ya determinaron a Pi como 3,16, una medida bastante cercana a la que hoy se conoce y en ella se basaron para muchas de sus construcciones, incluyendo las famosas pirámides. Pero fue en la Grecia clásica cuando se determinó el verdadero valor de Pi como 3,14. No obstante, tiempo después, se volvió a la errónea medida egipcia, dando un paso atrás.
  El primero en utilizar el símbolo Pi que todos conocemos fue en 1706 el matemático William Jones.
En el día mundial de Pi, es costumbre recitar una gran cantidad de dicimales de éste número. Sobre éste tema, se podría escribir mucho, ya que desde hace muchos años, se utilizan programas informáticos para calcular un gran número de de decimales. En algún sitio leí, (pero ahora no lo recuerdo exactamente) que alguien tiene el record de recitar de memoria unos treinta mil y pico decimales.
  Por si a alguien le interesa y como curiosidad, os dejo un poema, con truco. Contando las letras de cada una de las palabras, obtendremos las 20 primeras cifras de Pi.

Soy y seré a todos definible

mi nombre tengo que darás,

cociente diametral siempre inmedible

Soy de las redondas aras.

  Como he dicho antes, el número Pi, esconde mucho más de lo que muchos conocen. Está presente en sitios y lugares inimaginables. Un ejemplo de ello es un estudio realizado por el catedrático y geólogo Hans-Henrik Stolum, el cual, calculó la relación entre la longitud real de los ríos desde su nacimiento y su desembocadura y su longitud media en línea recta. Como resultado, obutvo (varia un poco de un río a toro) que la longitud real es unas 3,14 veces aproximadamente la distancia en línea recta.  Otra vez más Pi,está presente en la Naturaleza.

  Los hay todavía más locos, o entusiastas de Pi, como un matemático alemán, cuya voluntad fue que como epitafio en su lápida se pusieran 35 cifras decimales de Pi.

  Curioso número, de cualquier forma.