ESCÍTALO

  En la entrada de hoy, quiero tratar un tema que siempre me ha llamado la atención: la Criptografía. La etimología de ésta palabra viene del griego Kripto  (oculto) y Graphos (escritura).
  Los mensajes cifrados, se han utilizado desde la antigüedad. A lo largo de la historia, han existido diversas formas de enviar mensajes ocultos o encriptados, y se han utilizado diversos métodos e incluso artilugios para lograrlo. Uno de ellos es el Escítalo.
  El escítalo espartano, llamado así porque se usaba en la antigüa Grecia, ya por el siglo V a.de C. Se considera el primer aparato criptográfico de la historia.
  El sistema era muy curioso, sobre todo para la época. Consiste en una barra o bastón, en la que se enrollaba una tira de cuero o pergamino en espiral. Una vez enrollada, se escribía el mensaje longitudinalmente. Después, se desenrollaba y se enviaba a su destinatario, el cual poseía otra barra o bastón idéntico, del mismo diámetro. Para poder leer éste el mensaje, solo tenía que enrollar la tira de cuero en su bastón.
  El encargado de transportar el mensaje desde el emisor al receptor, solía colocarse la cinta de cuero a modo de cinturón con las letras hacia adentro. Así pasaba totalmente desapercibido. No obstante, en caso de que alguien lo pudiera interceptar, sólo obtendría una larga tira de cuero con muchas letras sin orden alguno. De éste modo, sólo se podría descifrar el mensaje si se tenía una barra o bastón de las mismas características del empleado para escribirlo.