UN FALSO SARCÓFAGO ETRUSCO

  He visitado un par de veces el Museo Británico en Londres. Mi reacción la primera vez que entré fue un poco contradictoria. Por una parte, me fascinó poder ver entre otras cosas la Piedra Roseta, en vivo y en directo, y las momias egipcias entre otras muchas cosas. Por otra parte me pareció una gran aberración, el expolio que hicieron en Egipto por ejemplo, o ver partes del friso del Partenón, colocadas por las paredes...como si se tratara de cualquier cosa y ver a la gente sin respeto alguno fotografiar todo sin tener en cuenta el deterioro que pueden sufrir determinadas obras de arte. En fin, cuento ésto porque la entrada de hoy, está muy relacionada con el British y otra de sus grandes meteduras de pata.
  En 1871, el Museo Británico compró una gran cantidad de antigüedades al italiano Alessandro Castellani. Entre ellas, quizá la pieza más cotizada era un gran sarcófago de terracota que databa del siglo IV a. de C., el cual, según Castellani, había sido descubierto en una excavación en Etruria por un tal Pietro Pennelli.
 El sarcófago, se compró desmontado en piezas y el Museo tardó más de dos años en montarlo y recomponerlo hasta poder exponerlo al público.  Desde un principio, el objeto suscitó varias incógnitas y curiosidades, como por ejemplo, la de que había una figura masculina desnuda, cosa bastante extraña para la época de la que databa. Tenía también otra serie de figuras que mostraban ropas, que bien podrían pertenecer al Siglo XIX. No dejaba de ser curioso y extraño, pero cosas más misteriosas se han visto.
  Cuatro años después de su adquisición por el British, sucedió un hecho que dejó muy mal parada la reputación del famoso museo. Un hermano de Pennelli, confesó que él mismo había hecho aquel objeto,
por lo que el famoso sarcófago era totalmente falso. La profesionalidad de los expertos historiadores y arqueólogos del Museo, se vino al traste con éste hecho.  Para más tomadura de pelo, se comprobó que la inscripción que figuraba en la parte inferior de la tapa, había sido copiada de otro objeto del Louvre.
  Lo más alucinante de todo, es que el Museo, negó su error durante sesenta años, nada más y nada menos. Pero por fin, acabó admitiéndolo en 1935. Claro que, para entonces, el falso sarcófago, ya había sido fotografiado miles de veces, y sus fotos incluídas en importantes libros y tratados sobre arte etrusco.
  Y digo yo, con la de arte que hay por el mundo, para que inventar falsificaciones?