domingo, 20 de febrero de 2011

ALQUEZAR

  Este es uno de los pueblos que sorprende cuando se visita. Esta villa medieval, situada en la comarca del Somontano, a orillas del río Vero, está cargada de historia y de arte.  Alquezar sorprende y encandila, cuando lo descubres por primera vez.  Recorriendo sus calles, encontramos historia en cada rincón. 
  La portada gótica es la única que se conserva actualmente, de las tres que tuvo en origen, y que daban acceso al recinto. A un lado, con arco de medio punto y al otro con arco apuntado con el escudo de la villa.
Al atravesar ésta portada, nos encontramos bajo ella la casa del médico, en la que se puede ver un curioso escudo, creo, si no me equivoco, que es el más antiguo de Alquézar, en el que se encuentran símbolos como el león, la concha y el báculo de peregrino.
  La ermita de Nuestra Señora de las Nieves, en la Calle Pedro Arnal Cavero, consta de una sóla nave con bóveda de crucería y un pequeño retablo. Como curiosidad, existe una jamba junto a la ermita, con un grabado de una silueta de unos zapatos. Quizá se ejerció el oficio de zapatero en éste lugar.
  Hay muchas cosas que visitar en Alquézar: La fuente de Monchiringüel, del siglo XVI, con el escudo de la villa, la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, el mirador "Sonrisa del viento" o el mirador o´bicon.
  Pero si hay un edificio digno de visitar y contemplar es la Colegiata.  Sus orígenes se remontan al siglo XI y en ella se encuentra un cristo románico del siglo XIII, considerado una pieza única. Los capiteles, los arcos y el claustro, merecen una visita para no perder detalle ya que existen capiteles únicos en el mundo, por sus relieves y sus símbolos.  No hace mucho tiempo, fue rescatada una pila bautismal que se encontraba emparedada. Tiene una cruz paté y un adorno con forma de soga.  La Colegiata es una verdadera maravilla, con una  curiosa leyenda sobre una campana encantada, que dicen que todavía suena cuando la toca el espíritu del abad de Alquezar.
  Recorrer las calles de ésta villa, es transportarnos a otra época. Todavía hoy quedan muchos callizos o pasos elevados y cubiertos sobre las calles. Se dice, que antiguamente, era posible atravesar Alquezar sin pisar la calle.
  Un pueblo sorprendente en el que la historia y el arte, rebosa por cada rincón.